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Los consumidores cada vez tienen más prisa cuando realizan las compras de productos de primera necesidad (alimentación, higiene, etc.). A menudo, la difícil conciliación entre vida laboral y privada provoca que el tiempo que pasa una persona en un supermercado sea el justo y necesario. Todo esto provoca que se pierdan muchas compras por impulso que, de hecho, son las que más margen económico dejan a un establecimiento de estas características. ¿Qué tipo de comunicación gráfica es la más efectiva en estos casos?
¿Qué estrategia uso?
Las posibilidades de promoción que tienen los supermercados son muy amplias. Una correcta política de marketing y un análisis minucioso sobre los soportes gráficos más idóneos pueden sacar del anonimato a muchos productos y artículos que, hoy día, pasan desapercibidos en los lineales, góndolas y pasillos de los supermercados.
Cualquier publicidad gráfica tiene que cumplir tres funciones principales: informar, recordar y persuadir. La manera en como interactúen ambos conceptos en el diseño final, repercutirá en un mayor o menor impacto y, a su vez, redundará en mejores o peores resultados tangibles. Entre los elementos gráficos que un supermercado puede utilizar para remontar sus ventas y animar el punto de venta encontramos los siguientes
Cartelería
Los carteles de diferentes tamaños son una pieza fundamental y básica en cualquier supermercado. Se pueden colocar en diferentes lugares (paredes, al lado de las estanterías, a modo aéreo colgando del techo, en columnas de los pasillos, sobre caballetes o expositores preparados para ello, etc).
En un supermercado el cartel puede cumplir diferentes funciones:
– Incidir en la marca y nombre del establecimiento, mediante el uso de elementos propios de su imagen corporativa (logo, elementos gráficos asociados, etc.)
– Promocionar un determinado producto o grupo de artículos en oferta.
– Recordarle al consumidor la existencia de productos que no son de primera necesidad.
En cualquier caso e independientemente de su finalidad, el cartel siempre tiene que estar en un lugar muy visible, en zonas de paso de clientes, y deben estar diseñados de tal manera que capten la atención. Es decir, deben destacar especialmente sobre otros elementos. El diseño siempre debe estar acorde con la imagen corporativa del propio establecimiento, pero añadiendo aquellos elementos que impacten en la mirada del consumidor, bien a través del color, las imágenes o las formas.
Dentro de la teoría del color, los tonos verdes están asociados con la salud y la nutrición, los amarillos denotan alegría, ahorro y plenitud, los tonos rojizos se vinculan más con poder y amor, los blancos se asocian con pureza y frialdad y los anaranjados, con progreso y esplendor.
Lonas
Las lonas frontlit son otro de los elementos que puede usarse perfectamente como soporte publicitario en un supermercado. De tamaño mucho más grande que los carteles, son elementos que están muy indicados para cadenas de supermercados de gran superficie. Al tener un coste más elevado, se pueden colocar tanto en exteriores como en interiores para reforzar la identidad del establecimiento. Situados en la fachada o entrada servirán para trasladar al consumidor mensajes o eslóganes que refuercen su marca. En interiores, también pueden utilizarse colgados del techo con la misma finalidad.
Una de las principales ventajas de las lonas frontlit es que pueden reutilizarse y reubicarse cuantas veces sea necesario. Además al estar elaboradas con materiales resistentes permiten una amortización rápida.
Roll-up
El Roll-up es uno de los displays más cómodos y prácticos de utilizar cuando en un supermercado se quiere hacer una acción de degustación de un determinado producto. Un pequeño mostrador y un roll-up situado a un lateral o en la parte trasera servirá para que el cliente pueda degustar cómodamente aquello que se le está ofreciendo.
En estos casos, se recomienda que el roll-up incluya la imagen del producto que se está promocionando utilizando recursos que apelen a las emociones e inciten al acto de compra.
Folletos y dípticos, Revistas
Son soportes publicitarios imprescindibles en cualquier supermercado. Su finalidad es que el cliente pueda conocer la amplia variedad de productos que se ofrecen, los diferentes productos o artículos en oferta, etc. Es un recurso para distribuirse fuera del supermercado mediante acciones de buzoneo, correspondencia, etc. Son, sin duda, soportes de comunicación que permiten fidelizar a la clientela manteniéndola constantemente informada de las campañas promocionales que el supermercado realiza periódicamente. Además, pueden cupones descuento a canjear con las compras realizadas.
Pegatinas
Dentro de un supermercado, colocados sobre el suelo, refuerzan la publicidad en el lugar de venta. Pueden tener tamaños, formas y colores diversos. Por ejemplo, pueden situarse en la sección donde está colocado un producto que se quiere promocionar o se puede recurrir a pequeños adhesivos que, repartidos por toda la superficie, marquen una especie de ruta que finalice ante un determinado artículo.
Fotos: Pinterest
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