¿Cómo hacer un plan financiero para mi negocio?

plan de negocio

Se puede ser emprendedor, experto en marketing tener una muy buena idea de negocio o proyecto para competir en el mercado, pero fracasar en el intento. ¿La causa? No tener un plan financiero debidamente elaborado. ¿En qué consiste y cómo hay que realizarlo? ¡Verás cómo hay resultados!

Es bastante habitual que una persona que decide emprender un proyecto o empresa, se pierda o no tenga los conocimientos económico-financieros necesarios para hacer una primera estimación financiera sobre la viabilidad del negocio y las necesidades que va a tener de cara a un presupuesto e incluso en contratación de personal. Pero su desconocimiento, no significa que no haya que hacer un plan adecuado donde se recojan las líneas básicas que nos sirvan de herramienta para definir el rumbo que se quiere llevar en los negocios de la empresa.

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Un plan financiero es prever por anticipado el comportamiento de los ingresos y los gastos. En él queda recogido lo que se quiere y se puede gastar y, en paralelo, las ventas que se prevén y también los ingresos para un periodo de tiempo determinado tomando como base la situación real del momento.

En este proceso, también hay que tener presente y estudiar la sensibilidad del negocio a factores o circunstancias tanto internas o externas que puedan darse. En cualquier caso, es fundamental que el plan financiero diseñado sea realista, es decir, cuanto más objetivas sean las estimaciones o previsiones del comportamiento futuro de nuestro negocio, más posible será llevarlo a la práctica.

Nunca hay que confundir un plan financiero con un plan de negocio. El primero diríamos que forma parte del segundo ya que este último es un documento mucho más amplio en el que se recoge además otras variantes o aspectos: marketing, comercialización, compras, producción, etc. Es decir, cómo se motivan las acciones anteriores.

¿Qué apartados debe contener mi plan financiero?

Una plan financiero consta, por regla general, de tres grandes apartados.

– Cuenta de resultados: En este apartado se recogen todos los gastos que se han tenido hasta ese momento o se prevén tener y los ingresos que se van a obtener para el mismo periodo de tiempo. En cuanto a gastos se deben contemplar, entre otros, compra de equipos, sueldos, alquileres, renting, etc. En el apartado de ingresos se incluirán, entre otros, las ventas realizadas, etc.

– Balance general: El balance general es el estado financiero de una empresa en un momento determinado. Para poder reflejar dicho estado, el balance muestra contablemente los activos (lo que el negocio posee), los pasivos (sus deudas) y la diferencia entre estos (el patrimonio neto).

El balance general, por lo tanto, es una especie de fotografía que retrata la situación contable de la empresa en una cierta fecha. Gracias a este documento, el emprendedor puede acceder a información vital sobre su negocio, como la disponibilidad de dinero y el estado de sus deudas.

– Flujo de caja: Es un término financiero que recoge las entradas y salidas de dinero que una empresa tiene en un determinado lapso de tiempo y que sirve para determinar su solvencia y liquidez, si el saldo que resulta de restar los gastos a los ingresos, resulta favorable. Su equivalente en inglés es “cash flow”. Aunque el ideal es que siempre sea positivo, no te preocupes si al inicio tienes un flujo de efectivo negativo, ya que estás recuperando tu inversión.

Siempre que se haga un plan financiero es importante seguir una serie de consejos:

– Conocer bien el negocio: Sólo teniendo un profundo conocimiento del sector en el que nos vamos adentrar, podremos hacer un plan mucho más realista y objetivo.

– Tener sentido común: Derivado de lo anterior, es importante que todo lo que aparezca en un plan financiero se pueda justificar con argumentos sólidos. Hay que ser muy críticos con nuestro modelo.

– Sencillez: El plan financiero es una herramienta muy potente, pero tampoco hay que obsesionarse con detallarlo todo en exceso hasta convertirlo en algo insondable y difícil de entender. En la sencillez está el éxito. Céntrate en los detalles financieros vitales; ventas, inversiones y situación de la caja.

– Imaginar posibles escenarios: Es importante que tengamos en cuenta hipótesis que pueden darse en cualquier momento, jugar a esos escenarios para poder crear un plan financiero consistente.

No es fácil hacer un plan financiero, pero merece la pena dedicar horas y esfuerzo porque al final te darás cuenta lo importante que es caminar de la mano para que respalde tus decisiones y acabes teniendo éxito.

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