El logotipo tiene mucha más importancia de la que le damos. Es el primer impacto visual de tu empresa y puede ser la diferencia entre una buena o mala primera impresión. La cara visible de tu empresa: el logotipo.
Lo primero es tener claro qué es un logotipo: es un distintivo formado por letras e imágenes que sirve para identificar una marca, un producto, una empresa, una organización, etc. Entonces, si sirve para identificar nuestro negocio deberíamos darle una importancia vital. Pues bien, en muchas ocasiones, se tiende a dejar de lado este aspecto y priorizar otros. Queramos o no, un buen logo puede vender tanto o más que tus productos o servicios.
La imagen corporativa de nuestro negocio es muy importante porque ayuda a que el cliente nos recuerde. Pero, ¿como debemos plantearnos nuestro logotipo?
– Nuestro logo debe transmitir toda la esencia de nuestra empresa. Además, dependiendo del sector al que nos dediquemos existen una serie de colores, formas o símbolos que hacen que transmitamos una cosa u otra.
– A la hora de crear nuestra imagen podemos fijarnos en la competencia de nuestro mercado, nunca copiar pero sí observar el estilo global. Nos servirá como inspiración.
– Debemos ser fieles a la personalidad de nuestra empresa. Nunca crear un logotipo que sea muy bonito pero que no transmita nada, los clientes no lo entenderán y les resultará confuso.
– Ten en cuenta que estará presente en diferentes soportes con distintos tamaños. Tienes que comprobar que funciona en todos ellos.
– Nosotros te aconsejamos un diseño sencillo que esté impregnado de los valores de tu empresa.
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Fotos: Pinterest
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