El precio de tus productos es uno de los factores clave para conseguir buenas ventas.
En muchas ocasiones nos resulta difícil fijar un precio que nos deje el suficiente margen y a la vez resulte atractivo al consumidor. Sobre todo si tenemos en cuenta que el precio es la variable que más rápido influye en la decisión de compra de una consumidor. Pero, para ayudarnos en esta tarea existen una serie de técnicas o estrategias:
– Fijación de precios basada en costes: si no tenemos en cuenta la demanda podemos fijarlo a partir del coste unitario del propio producto más un margen de beneficio que establezcamos.
– Fijación de precios basada en la competencia: esta estrategia podremos usarla cuando las diferencias entre nuestros productos y los de nuestros competidores sean mínimas. Una vez conozcamos el precio al que venden podemos establecer uno similar, por debajo o por encima.
– Fijación de precios basada en el líder del mercado: cuando existe un claro líder en el sector es muy difícil establecer precios diferentes. En el caso de que tu empresa comercialice productos similares podrás fijar precios al mismo nivel.
– Fijación de precios psicológicos o redondos: algunos como 29,95 € o 20€.
Estas son solo algunas de las técnicas pero existen estrategias como precios para penetrar en el mercado más bajos que los de la competencia o precios máximos para dirigirse a un sector elitista muy reducido. Es evidente que cada empresa es un mundo y debemos fijar el precio de los productos teniendo en cuenta muchos factores.
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