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Folletos turísticos cien por cien efectivos

 Navidad, Semana Santa y verano son las épocas del año más propicias para hacer la maleta y pasar unos días de vacaciones. Los folletos turísticos son fundamentales para escoger destino y poder hacer una buena agenda de viaje, incluso inspirarnos para elegir una guía turística y ver aquello que más nos interesa. Un diseño atractivo en el folleto, que inspire al lector a soñar con ese lugar,  ayudará a aumentar las reservas de hoteles, entradas a monumentos, eventos y la economía en turismo del lugar.

Para una agencia de viajes, un folleto turístico tiene unas funciones básicas: actuar como sustituto del producto, servir de soporte para las ventas, de mapa o plano para rutas, complementar otras acciones publicitarias, servir para informar al consumidor detalladamente sobre el producto y facilitar la compra, pues informan del procedimiento para efectuar la reserva y la compra del producto. Muchas veces se da la opción de descargar el mismo desde plataformas oficiales incluso facebook en formato pdf.

¿Qué características básicas debe tener mi folleto de viaje?

No obstante, a la hora de diseñar un folleto turístico es de suma importancia ponerse por un momento en la situación de la persona que quiere adquirir un paquete vacacional. Los servicios turísticos son bienes intangibles,  es decir, no se pueden tocar, lo que implica mayores dificultades en su promoción, ya que el consumidor no podrá experimentarlos antes de su uso, lo que crea incertidumbre respecto al producto comprado. Pensemos en la compra de un viaje, el turista no podrá probar la cama del hotel antes de llegar al destino, ni sabrá con certeza si las playas son de su agrado antes de estar allí, ni si el servicio excelente que promociona el restaurante de la zona, es real, antes de poder experimentarlo in situ. Para superar estas dificultades, las empresas y organizaciones turísticas deben tratar de hacer tangible lo intangible, resaltando en su promoción los atributos tangibles del servicio a través de medios visuales.

En marketing turístico se afirma que la decisión última sobre el destino escogido para pasar unas vacaciones depende directamente de la cantidad de información que el consumidor encuentre. Por regla general, los turistas potenciales comparan los folletos de un destino u otra oferta con los folletos de los competidores y es probable que el mejor folleto provoque la venta, porque representa el producto, servicio o destino que los consumidores desean o pueden comprar.

¿Cómo hago para que sea atractivo y tenga buen contenido?

A grandes rasgos, los atributos determinantes del diseño de los folletos turísticos son dos: atractivo y contenido. A partir de aquí siempre hay que utilizar lo que en marketing se denomina el principio AIDA (Atención, Interés, Deseo y Acción).  El folleto puede servir de fuente de información, contacto, imagen y satisfacción cuando incorpore los atractivos del viaje, como la tranquilidad, accesibilidad y la amabilidad del destino, entre otros aspectos. Debe ser un producto “sensorial”, es decir, que apele a los sentidos, a los estímulos.

Entre los aspectos negativos del folleto, que pueden convertirse incluso en inhibiciones, se encuentra la ausencia de información importante.

Definir el público y vender la experiencia

Antes de proceder al diseño de un folleto turístico es importante saber quién va a ser su público porque de esta forma se garantizará que los esfuerzos en marketing son correctos. En este caso concreto, es fundamental definir el “quién es” y “cómo es”.  En la mayoría de casos hay unas cuantas características generales que se pueden tener en cuenta para ayudarnos a clasificar esos clientes. Por ejemplo: edad, género, nivel de ingresos, estudios, hábitos de compra, ocupación, estado civil, situación familiar, aficiones, etc. No es necesario utilizar un sinfín de filtros, pero con una segmentación precisa, mejor será el resultado.

Una vez definido el siguiente paso es definir cómo se venderá el destino turístico, es decir, vender la experiencia y, para ello, se puede recurrir a la siguiente clasificación:

–      Viaje convencional

–      Aventura

–      Ecoturismo

–      Cultural

–      Místico

–      Etc.

El diseño del folleto

A partir de todo lo expuesto anteriormente, se empezará con el diseño del folleto turístico.

1.- Elección del formato: ¿Optaremos por un díptico o tríptico? Es importante pensar y escoger acertadamente el formato a utilizar. Para folletos turísticos el más utilizado e idóneo es el tríptico porque permite incorporar mayor información.

2.- Estructura la información:

– La portada resumirá toda la información interior. Piensa en una frase o eslogan que atrape al consumidor para que continúe leyendo el resto del folleto.

– Páginas interiores: El folleto turístico debe ser fácil de consultar y leer. Es importante escribir con frases cortas y concisas y sobre todo utilizando una exposición de tipo emotivo-psicológica.  Las imágenes son fundamentales. Para nada servirá hacer un folleto de este tipo si no recurres a fotografías de calidad del lugar que impacten y sean vistosas. Alterna con imágenes de gente divirtiéndose en el destino turístico. De esta forma, el potencial turista se sentirá más atraído.

Cuando incorpores texto, recuerda distribuirlo por apartados y plantea la historia pensando en su público. Por ejemplo si la finalidad es promocionar un viaje de luna de miel, es más recomendable explicar y destacar detalles románticos específicos del lugar para hacer del viaje una experiencia memorable.

Ordena también las actividades disponibles. Diferencia claramente las opciones de hospedaje, las de esparcimiento e información (itinerarios, rutas, escalas, etc.) Recuerda también incorporar tablas de precios/temporadas.

– Contraportada: Utilízala para tu imagen corporativa. Incorporar el logo de tu agencia de viajes e información de contacto para que el cliente puede recurrir cuando lo desee.

3.- Combinación de colores: Piensa en el destino, ¿con qué colores los asociarías? ¿Es un destino frío, cálido? ¿Es un viaje de aventura, romántico? Saca las conclusiones y busca una combinación adecuada de colores. Si, por ejemplo, el destino es un balneario o spa, los tonos suaves son los más adecuados. Para viajes infantiles, los colores brillantes llaman mucho más la atención y si se trata de un viaje cultural “de época”, los tonos ocres o sepia pueden funcionar.

Fotos: Behance

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Escrito por:

Imprentaonline24

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